El policía nacional excedente José Manuel Castán Belmonte, de 34 años de edad, falleció ayer a consencuencia de una parada cardiaca, 100 días después de haber sido supuestamente torturado en unas dependencias policiales por dos inspectores que momentos antes habían procedido a su detención. Castán Belmonte estuvo ingresado en un centro clínico durante 42 días y permanecía actualmente en situación de baja médica a consecuencia de las lesiones sufridas. Un portavoz policial informó ayer que Castán Belmonte fue detenido por insultar a la policía y que incluso agredió a los funcionarios que le detuvieron.
La familia del fallecido presentó el pasado 13 de febrero en un juzgado de Madrid una querella criminal por torturas contra los funcionarios que le detuvieron. Castán era hijo y cuñado de policías nacionales, se encontraba en situación de supernumerario en este cuerpo y trabajaba actualmente como vigilante jurado en el Banco de Santander.El cadáver de Castán permanecía ayer por la tarde en uno de los velatorios del Hospital Clínico de Madrid -centro en el que fue ingresado aún con vida-, en espera de ser trasladado al Instituto Anatómico Forense, donde por orden judicial se le va a efectuar la autopsia.
María del Carmen Castán, hermana del fallecido, declaró ayer a EL PAIS: "Mi hermano ha sido asesinado por sus propios compañeros. Nosotros somos una familia de policías nacionales. Mi padre es teniente retirado, y mi marido, sargento del cuerpo. Los inspectores que le detuvieron aseguran que mi hermano insultó a la corporación policial. ¿Cree usted que nosotros podemos insultar a la policía si estamos vinculados a ella por él, por mi padre y por mi marido?"
En una discoteca
Según la hermana del fallecido, los hechos ocurrieron en la tarde del día 1 de diciembre, cuando Castán entró en la discoteca Olympo, situada en el número 15 de la calle de Cipriano Sancho, de Madrid, lugar que solía frecuentar. Tras saludar a unos amigos, subió al piso de arriba del local a conocer, a instancia de uno de los tres propietarios de: la discoteca, a un joyero, todoentre amigos, en opinión de María del Carmen Castán. "El joyero le presentó a dos inspectores del Cuerpo Superior de Policía, a quienes José Manuel preguntó por sus destinos".
Los policías eran los inspectores Amador Miralpeix del Pino y José Manuel Ortiz Prieto, de 35,y 29 años, respectivamente, destinados en el Grupo VI de la Brigada Regional de Policía Judicial. Los dos agentes le pidieron a Castán que se identificara como policía nacional, lo que no pudo hacer por llevar consigo sólo el permiso de conducir.
Según su hermana, Castán fue detenido por indocumentado, introducido en un coche, torturado desde la discoteca a las dependencias policiales de la Puerta del Sol y golpeado de nuevo en los interrogatorios, en ocasiones "con una fusta con una bola de acero". Al día siguiente ingresó en un hospital, donde los médicos facilitaron el siguiente parte: "Traumatismo cráneo-encefálico con fractura del tercio inferior de la cara; triple fractura de mandíbula; contusiones múltiples; miocardiopatía hipertrófica obstructiva en fibrilación auricular; edema agudo de pulmón, y bronconeumonía e infección urinaria". Estuvo ingresado desde el 2 de diciembre hasta el 10 de enero, en que pasó a su domicilio.
Un portavoz de la Dirección General de la Policía (DGP) informó ayer que Castán fue detenido por proferir insultos contra la policía; que opuso resistencia, y que incluso agredió a los funcionarios que le detuvieron. Añadió que, una vez esposado, tuvo que ser reducido porque "embistió contra los funcionarios y los tiró al suelo". Castán, según el citado portavoz, no se identificó como policía hasta que se encontraba en las dependencias.
http://www.elpais.com/articulo/espana/POLICiA_NACIONAL/HASTA_1985/Fallece/policia/nacional/meses/despues/ser/detenido/supuestamente/torturado/inspectores/elpepiesp/19840315elpepinac_3/Tes/
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