Los vigilantes del Metro, partidarios de llevar armas de fuego 16/01/1988

Los vigilantes de las 116 estaciones de Metro, que portan como única defensa una cachiporra y unos grilletes, son partidarios de incorporar armas de fuego. Un portavoz de los 160 guardas jurados de la empresa Prosesa Metro afirmó que el 10%,de los vigilantes se encuentra de baja por lesiones y que "existe una sensación de inseguridad al realizar funciones similares a las de la policía". La Compañía Metropolitano y Prosesa estiman que la incorporación de pistolas pondría en riesgo la seguridad de los usuarios.

La mayoría de los vigilantes, según un portavoz del comité de trabajadores, considera que el no portar arma de fuego resta eficacia a su labor. "Difícilmente puede proporcionar seguridad una persona que no va segura", afirmó. "Mientras la delincuencia en el metro ha ido en aumento, los vigilantes seguimos con insuficientes medios y haciendo tareas similares a las de la policía".El citado portavoz señaló que el 10% de los vigilantes se hallan habitualmente dados de baja por lesiones sufridas en servicio. "Hasta el momento no ha habido heridos de bala, pero en varias ocasiones nos hemos enfrentado a delincuentes armados con pistola. Lesiones con arma blanca y con objetos cortantes son bastante habituales".

La opinión de los responsables de Prosesa y de la Compañía Metropolitano es bien distinta. Según Vicente García Álvarez, director gerente de la compañía, "no hay precedentes que justifiquen el uso de pistolas en un medio de trasporte que utilizan a diario 1.300.000 personas". Álvarez coincide con un portavoz de Prosesa en que "el uso de un arma de fuego en un espacio público cerrado es muy peligroso y serviría a su vez para atraer a delincuentes que pretendan robar un arma".
Reglamento de vigilantes

Prosesa es la responsable de la vigilancia del Metro desde 1979. El contrato firmado en ese año, y aprobado por el Ministerio de Interior, omitía la incorporación del revólver al uniforme reglamentario de los vigilantes del subterráneo. Éstos alegan que el reglamento de 1978 por el que se regula su función exige la incorporación de un arma de fuego.El citado reglamento establece que el arma corta reglamentaria es el revólver de calibre 38 milímetros. Los vigilantes de Prosesa Metro se han dirigido en repetidas veces a la Delegación del Gobierno con resultado infructuoso.

La Compañía Metropolitano denunció el contrato con Prosesa el mes pasado y las nuevas plazas de vigilantes, a las que vuelve a aspirar la citada empresa, saldrán a concurso próximamente con idéntico requisito: no incorporar armas de fuego. Las plazas quedarán cubiertas entre marzo y abril, coincidiendo con la puesta en marcha de la primera comisaría subterránea, en la estación de Sol, y el refuerzo de la vigilancia con ochenta policías armados. La compañía destina

Enero para la seguridad de sus instalaciones 600 millones al año.

Los 160 vigilantes hacen una media cercana a las 100.000 intervenciones al año. Las actuaciones más frecuentes son el desalojo y detención de vendedores ambulantes, mendigos y revendedores de billetes. Los vigilantes intervienen también en reyertas y robos.

El metro es en todo el mundo un foco de delincuentes. La vigilancia corre normalmente por policías armados en metros como como los de Hamburgo, Montreal o Nueva York, donde patrullan 3.200 policías con perros. En Londres existe una policía sin armas.

2 comentarios:

Paula Corujo dijo...

Yo soy partidario de tomar todo tipo de seguridadm de hecho tengo todo tipode sensores y
alarmas
en mi negocio, pero no me gustaría imaginarme que los vigilantes del metro lleven arma... ya lo que les faltaba.

Paula Corujo dijo...

Pensándolo bien... no estaría mal teniendo en cuenta el metro cuenta con pocos sistemas de seguridad y alarmas no estaría mal que las llevasen.

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