Dos hombres cometieron ayer un atraco de 2.220.000 pesetas en la sucursal del Banco Central en la calle de Arroyo Pilillas, en el barrio madrileño de Moratalaz, pero uno de ellos -cuya identidad se desconoce- falleció poco después a consecuencia de los disparos del vigilante jurado de la entidad bancaria, según informó la policía.El asalto se produjo a las 10.10 horas, en un momento en que unas 30 personas se encontraban en el local bancario, la mayoría de ellas para cobrar el subsidio de desempleo.

El vigilante, de la empresa de seguridad Transportes Candi, sospechó de un hombre, al que se dirigió, y éste extrajo una pistola, ante lo que el vigilante disparó con su revólver tres veces. Una de las balas alcanzó al sospechoso en el estómago, otra en el costado derecho, en sedal, y la tercera no le alcanzó. Inmediatamente, otro hombre que se encontraba en la cola de cobro encañonó por la espalda al vigilante y le quitó el revólver. A continuación, los dos atracadores ordenaron a los empleados que les entregasen el dinero, que ha sido cuantificado en 2.220.000 pesetas.

Los atracadores huyeron en un Ford Escort. A la altura del Puente de Vallecas el herido tomó un taxi, en el que se dirigió a la gasolinera de Fuenlabrada, según indicó al taxista. Éste, al ver que el usuario de su vehículo parecía en mal estado de salud, se ofreció a llevarlo a un centro sanitario, propuesta que rechazó el herido, que justificó su malestar a causa de un ataque epiléptico. Al llegar a Fuenlabrada el taxista vio que el viajero había perdido la consciencia y lo llevó al ambulatorio de la Seguridad Social, donde ingresó cadáver.

La policía precisó que el revólver del vigilante jurado fue hallado en poder del atracador fallecido, pero no las dos pistolas y el dinero robado.

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El Real Mallorca inaugurará unas medidas especiales de seguridad en el campo Lluís Sitjar con motivo del encuentro ante el Barcelona que se disputará el sábado. La directiva del club mallorquín ha confiado a una empresa la vigilancia de los accesos y de los sectores de las gradas más conflictivos del estadio. El Mallorca espera conseguir una recaudación cercana a los 35 millones de pesetas.

La expectación que ha causado la visita azulgrana a Palma es importante y aumenta progresivamente a medida que se acerca la hora de iniciación del encuentro. Antes del sábado es muy probable que en las taquillas se cuelgue el cartel de "no hay localidades" y, según el ritmo diario de ventas, se espera un lleno en el Lluís Sitjar.

El Lluís Sitjar tiene un aforo de poco más de 30.000 espectadores. Para controlar a esa masa de aficionados la directiva mallorquinista contrató los servicios de una empresa privada que se encargará de vigilar los accesos al campo, así como del orden en las gradas. Los directivos isleños desean tener bien controlados a la gran cantidad de hinchas británicos que suelen apoyar la presencia en Palma de sus compatriotas Lineker, Hughes y Venables, tal como sucedió en el reciente torneo Ciudad de Palma. Los supporters serán vigilados de cerca igual que los aficionados locales más exaltados.

El Lluís Sitjar no está catalogado como un campo conflictivo y la última sanción que sufrió -un partido de clausura- se remonta a la temporada 83-84 con motivo de la visita del Valladolid en la que el Mallorca se jugaba la permanencia en la Primera División.

http://www.elpais.com/articulo/deportes/REAL_CLUB_DEPORTIVO_MALLORCA_SAD_/CLUB_DE_FuTBOL/empresa/privada/vigilara/gradas/campo/Mallorca/elpepidep/19860904elpepidep_18/Tes